domingo, 17 de febrero de 2008

Reunión de vecinos... otra vez

Sí, comprensivo lector... ya ha pasado un año, y de nuevo me he visto inmerso en una guerra civil vecinal (el 14 de febrero, para más señas). Ríase usted de las elecciones generales, de los estatutos de autonomía y de los follones de la prensa rosa, porque las puertas del mismísimo infierno, amigo mio, se abrieron en mi escalera...
La reunión estaba prevista para las 20:30, aunque 10 minutos antes ya estaba el pesado de turno llamando a la puerta para que bajase. Iluso de mí, pensé que cuanto antes bajase antes acabaría. De 8 vecinos que somos en total solo acudimos 6. Llegados a este punto debo decirle, sufrido lector, que por algún oscuro motivo arrastrado de épocas pasadas, las mujeres tienen vetada la participación en estas reuniones, no me pregunte por qué. Bien, la cosa comenzó cuando el presidente... perdón, el PRESIDENTE que dejaba el cargo sacó una libreta tamaño A3 y comenzó a leer lo que yo pensé que era el borrador original de nuestra amada constitución: "Reunidos los presentes... con fecha... se observa... dicho presupuesto... adjunto facturas...". Durante tan anodina lectura apareció el vecino al que llamaremos señor "milperdones", más tarde verán ustedes por qué, y comenzó a increpar a los presentes por haber comenzado sin él.
-Perdón, perdón -ahí lo tienen- ¿No era a las 20:30 la reunión?
-Sí, aún no hemos empezado (para lo que hay que oir... )
A todo esto el tipo pesado seguía con su discurso, su megalibreta y una cartilla donde iba buscando números que no encontraba por ninguna parte, así que me tocó a mí buscarlos, factura por factura, ingreso por ingreso y cobro por cobro.
Todo iba bien... aburrido pero bien, cuando de nuevo nos vimos interrumpidos
-Perdón, perdón... voy a hablar por primera vez ¿la reunión no era para hablar de la antena de TV?
-Siiiiiiii, pero antes hacemos el cambio de presidente
-Pues en el papel pone solo lo de la antena
-Que siiiiiii, que enseguida vamoooos
-Perdón perdón... pues entonces quien haya hecho el papel... bla bla bla
Comienza la primera discusión. Para evadirme de tan penosa situación me propuse hacer un estudio de la población de mi escalera tomando como muestra los ahí reunidos, según el cual:

-El 100% de los habitantes son hombres
-La media de edad es de 61 años
-La media de hijos por domicilio es de 1.83
-El 50% está sordo y habla a gritos
-El 62% tiene sobrepeso

Finalizada la discusión sin claro vencedor se continuó con la lectura... hasta la siguiente interrupción...

-Perdón, perdón, hablo por segunda vez- (se lo juro, aburrido lector, contaba las veces que habría la boca)... ¿Que estamos discutiendo ahora? ¿Qué hay que arreglar?
- Nooooo, esto son las obras que se han llevado a cabo el año pasado.
-Perdón... ¿Para qué? Yo quiero hablar de la antena

Cuando ya se daba casi por finalizado el cambio de presidente, el señor Milperdones se acercó a mí y me dijo:
-¿Tú vas a ser el presidente este año?
-No, va a ser el señor X
-Pues deja que se arreglen ellos

¡AY! Lo que dijo, porque el señor X lo oyó, y se armó la batalla campal de cada año... que si tú no haces nada, que si eres un metepatas, que ya no quiero ser presidente... Todo esto aliñado con facturas volando, vecinos intentando separarlos, puertas que se abrían para ver qué pasaba y si llegaba la sangre al rio (Llobregat).
Cuando la cosa se apaciguó la frase fue:
-Perdón perdón, hablo por... 5ª o 6ª vez, aunque sea un metepatas... ¿vamos a hablar de la antena?

¡¡¡TUS HUEVOS!!!

El tema de la antena era fácil: se ha decidido cambiarla y todos de acuerdo, había un presupuesto y todos de acuerdo... así que iluso (de nuevo) de mí pense que iría rápido... pero mis queridos vecinos decidieron hacer de nuevo la representación de la batalla del Ebro en 5 metros cuadrados, y lo más gracioso eran sus argumentaciones:
Que si no la cambiamos dejaremos de ver la tele este año (Sí claro)...
Que si otro quería ver la sexta porque le gusta el "fumbol" (Señor, para eso no hace falta cambiar toda la antena)
El otro quería ponerse la PPT, o la CDP, o la CSI o la R2D2... nadie sabía de lo que hablaba
Lo mejor fue cuando uno de ellos, no recuerdo quién, haciéndose el listillo dijo: Yo no necesito aparato de BP... bueno, de esos, porque me he comprado una tele de plataforma...
Cuando comprendí que se refería a una tele de plasma, o una TFT (de ahí la confusión de siglas) no pude aguantarme la risa, y simulé un ataque de tos para salir de ahí.
Creo que la próxima reunión la grabaré en vídeo, porque aunque me esfuerzo no logro expresar con palabras el caos, la senilidad y la mala leche que se gasta en esta escalera.
Les dejo, que llaman a la puerta...

Felicidad monodosis

¡Qué maravilla!, ¡Qué aroma!, ¡Qué sabor!, ¡Qué diseño!, ¡Qué guapo es el Clooney!... que me la han colado otra vez... que la felicidad no viene en dosis individuales... o tal vez sí, y el secreto esté en compartirlas...
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