lunes, 22 de febrero de 2010

Tema del dia: River of Tears

La canción más triste del maestro Eric Clapton... grandísimo guitarrista nacido en 1945 y miembro de grupos que marcaron la historia del rock como The Yardbirds, Cream o John Mayall´s Bluesbrakers. Tres veces ha ingresado en el Rock´n Roll hall of fame. Su historia está marcada por una difícil infancia y aún más difícil adicción al alcohol y las drogas cuando estaba en la cima, superada la cual ha seguido sin descanso cultivando su estilo inconfundible.
El tema de hoy, River of Tears, es especialmente adecuado para escucharlo en pareja y a la luz de las velas... ya me contarán...



It's three miles to the river
That would carry me away
And two miles to the dusty street
That i saw you on today.
It's four miles to my lonely room
Where i will hide my face
And about half a mile to the downtown bar
That i ran from in disgrace.

Lord how long have i got to keep on running
Seven hours seven days or seven years?
All i know is since you've been gone
I feel like i'm drowning in a river,
Drowning in a river of tears.
Drowning in a river.
Feel like i'm drowning,
Drowning in a river.

In three more days, i'll leave this town
And disappear without a trace.
A year from now, maybe settle down
Where no one knows my face.

I wish that i could hold you
One more time to ease the pain,
But my time's run out and i got to go,
Got to run away again.

Still i catch myself thinking,
One day i'll find my way back here.
You'll save me from drowning,
Drowning in a river,
Drowning in a river of tears.
Drowning in a river.
Feels like i'm drowning,
Drowning in the river.
Lord, how long must this go on?
Drowning in a river,
Drowning in a river of tears.
Hay tres millas al río
que me llevaría lejos,
Y dos millas a la calle polvorienta,
en la que te he visto hoy.
Hay cuatro millas a mi solitaria habitación
Donde ocultaré mi rostro,
Y cerca de media milla al bar del centro
al que corrí para mi deshonra.

Señor, cuánto tiempo he de seguir corriendo,
¿Siete horas, siete días o siete años?
Todo lo que sé, es que desde que te has ido
siento que me estoy ahogando en un río,
me ahogo en un río de lágrimas.
Me estoy ahogando.

Dentro de tres días, dejaré esta ciudad
desapareciendo sin dejar rastro.
Y de aquí a un año, me asentaré,
Donde nadie conozca mi cara.

Ojalá pudiera abrazarte
una vez mas para aliviar el dolor,
Pero mi tiempo se acaba y tengo que irme,
debo irme otra vez.

Todavía me sorprendo pensando,
que un día encontraré el camino de vuelta,
y tú me salvarás de ahogarme,
de ahogarme en un río de lágrimas.
Me estoy ahogando.
Me siento como si me ahogase,
ahogándome en el río.
¿Señor, cuanto tiempo mas debe pasar?
Ahogándome en un río,
ahogándome en un río de lágrimas

viernes, 12 de febrero de 2010

La estafa de GasNatural

Qué gran empresa es Gas Natural... qué calentitos pasamos el invierno gracias a ellos y qué anuncios tan divertidos, con cuántas ofertas nos obsequian...

Cuando adquirí mi actual vivienda uno de los primeros cambios que necesitó fue realizar la instalación de Gas (eso de las bombonas de butano es muy incómodo, y en un piso tan pequeño ocupan demasiado espacio). El problema era que en la finca somos 8 propietarios, y se necesitaba que al menos 4 quisieran la instalación... me quedé solo. Meses más tarde volvieron los comerciales con una noticia: con sólo 2 ya era posible... de nuevo no hubo suerte. Finalmente llegaron con una buena nueva: aunque solo yo quisiera hacer la intalación se tiraría adelante.

Para evitarles datos innecesarios les haré el resumen de las condiciones:
¿Debía pagar las obras de instalación? Sí y No... me explico: durante unos años pagaría una TARIFA PLANA de 24 € + IVA, en los que ya venía reflejado el pago de la instalación más el consumo de gas. Yo, que soy desconfiado por naturaleza, le repetí varias veces a la comercial la pregunta: ¿Seguro que no tendré que pagar nada más? Ni revisiones, tasas, alquiler de contador... Respuesta: "Esté tranquilo, que solamente pagará los 24 €+IVA al més".
Mis gastos con Butano venían a ser de unos 20€ al més, así que la diferencia era de unos 6 euros... buen negocio. ADELANTE.
La sorpresa ha llegado tras cumplir un año de la instalación, cuando sorprendido recibo una factura de Gas Natural por valor de 144,32 €. "Ya empezamos", un fallo de facturación. Al llamar al teléfono de Gas Natural me llevo la sorpresa y el cabreo de la semana...

Esta es la situación real:
Yo pago cada més los 24 € + IVA... pero en ellos están reflejados el pago fraccionado de la instalación y 8 € de consumo... todo lo que pasa de esos 8 Euros se va acumulando y tengo que pagarlo íntegramente en una factura anual. Es decir: cornudo y apaleado.
La señorita de información  me lo explicó todo estupendamente, más o menos la cosa acabó así:

-¿Trató usted con nosotros directamente o fue un comercial que le hizo la oferta?
-Con una comercial
-Ya, es que a veces no dicen las cosas claras
-No, me las dijo clarísimamente porque se lo pregunté varias veces
-Ya le entiendo, pero no puedo hacer nada
-Bueno, pero yo sí... quiero darme de baja de Gas Natural (ya tenía la idea antes de instalarlo de poner todo eléctrico)
-De acuerdo, pero piense que hasta el 2014 tiene que abonar los pagos mensuales de la instalación...

¿Por qué carajo le llaman TARIFA PLANA? ¿Por qué no le llaman TARIFA APLAZADA?¿Ahora qué? Lo único que puedo hacer es acusar al comercial, y de rebote a Gas Natural por saber cómo actúan y permitirlo.

... estoy quemado...

lunes, 8 de febrero de 2010

De París a Barcelona pasando por Honolulú

Comienzo con este lo que espero sea una larga serie de Posts literarios. Sepa usted que su amigo el Ignorante es un incansable lector, a la vez que poco crítico; para eso se ha de tener conocimiento de las letras de todas las épocas, lenguas y literatos. Otro motivo es que en cuanto a lectura voy siempre a lo seguro: obras de escritores que ya conozco o temáticas que sin duda me van a atrapar.

Tanto en cine como en literatura hay dos temas que siempre me han apasionado. Uno de ellos es la época dorada de los descubrimientos para los pioneros de finales del siglo XVIII. Cuando la aviación aún era una utopía, el mundo un retal cosido a fronteras y colonias y todavía quedaban tierras por descubrir para el hombre blanco. Años después (digamos que hacia 1925) aún se sabía de descubrimientos de nuevas especies animales y exóticas tribus a través de publicaciones especializadas o diarios sensacionalistas.

Es en esta época en la que transcurre este diario de viaje escrito por Joan Marín i Balmas, que por motivos que más adelante desvelaré llegó a mis manos estas navidades.

De París a Barcelona pasando por Honolulú, editado por primera vez en 1929, es el primer título que nos ofrece la colección Astrolabi dedicada a este tipo de literatura. En él se nos muestra la visión en primera persona del viaje alrededor del mundo de su autor: 30000 millas naúticas, 133 días y 60 ciudades visitadas. No es ni mucho menos un viaje lleno de aventuras, descubrimientos y peligros, más bien al contrario, narra las vivencias de un viajero lleno de preguntas, curiosidad y hambre de conocimiento en un lujoso crucero al acance de muy pocos.

El Belgenland, barco en el que se realiza la travesía, se construyó con fines bélicos en 1914, y acabada la guerra se transformó en transatlántico de lujo. Este viaje fue noticia en todo el mundo, sobretodo en los países donde amarraba, en los que se trataba a sus ocupantes como reales emisores dignos de toda atención. De hecho el crucero llegaba a tal elitismo que para garantizar el total confort de sus privilegiados viajeros tan solo se ocuparon 350 de las 2600 plazas posibles. El viaje se efectuó entre 1927 y 1928, poco antes del dramático final de la dácada de los años 20, que se ocupó de impedir cualquier viaje parecido en muchos años.

El viaje comienza en París, como desvela el título, zarpando en un largo recorrido hasta Nueva York. En esos primeros días y debido a las inclemencias climatológicas y de la mar el autor comienza a cuestionarse la idea de tal tal singladura. Pronto llegan los ánimos con la mejora del tiempo, y nos hace un fiel retrato de las gentes que pasean por cubierta: ricas damas rodeadas de perros, jóvenes de clase alta flirteando, hombres de negocios que ni en esos días dejan de pensar en hacer buenos contactos... todo con la palabra y humor de un hombre culto y con gusto por el conocimiento. Cabe destacar que Joan Marín, empresario dedicado al papel y la joyería, perteneciente a la "buena sociedad" Barcelonesa, está lejos de ser el prototipo de turista millonario que le rodeaba. Su capacidad de observación y necesidad de saber y su preocupación ante la situación de otros países lo convierten en un narrador de primera clase.

Así pués, realizamos un viaje en el tiempo para conocer algo de historia de cada lugar, costumbres, gentes y anécdotas. Visitaremos Cuba, el canal de Panamá, California, Hawai, Japón, China, Malasia, India y Egipto.

Me ha llamado la atención la capacidad predictiva del autor, quien ya deja entrever la inestabilidad que unos años después desencadenaría nuestra guerra civil. Sobre Japón escribe unas líneas que me atrevería a calificar de "Nostradámicas", si es que tal adjetivo existe:

"... no será de extrañar si Japón, siempre tan cortés, devuelve un día la visita que hace 70 años le hizo el comodor Perrey.."

13 años después se produjo el ataque a Pearl Harbor.

Sobre China vaticina:

"... Japón, despierto, camina y sabe hacia dónde va. La China, en cambio, parece dormida. ¿Qué pasará cuando despierte?..."

En ocasiones el lenguaje puede no parecer demasiado políticamente correcto, pero si tenemos en cuenta que fue escrito hace más de ochenta años no deja de ser anecdótico, incluso cómico, sobretodo a la hora de describir a las gentes de cada país, donde se demuestra que ciertos tópicos no se han amortiguado con el tiempo, convirtiéndose en certezas (pese a quien pese). Es especialmente delirante la descripción que hace de sus compañeros de viaje americanos, totalmente válida a día de hoy.

Así pués conoceremos, siempre rodeados de sirvientes y todo tipo de lujos, los más bellos parajes y las más crueles tradiciones, daremos la vuelta al mundo y viajaremos en el tiempo para descubrir algo: que nada ha cambiado. Los países pobres lo siguen siendo, incluso más. Las guerras nunca han cesado, las religiones crean conflictos políticos, y estos crean conflictos sociales, que acaban en aún más guerras y pobreza. Tal vez las colonias hayan desaparecido por completo, pero hoy se les da otro nombre y excusa (pido disculpas por este arrebato demagógico).

Llegados a este punto debo hacerles una confesión con emoción y orgullo: no es casualidad que este libro llegara a mis manos, ya que Joan Marín era mi abuelo. ¿Sorprendido?. Conocía por supuesto su vida por haber leído artículos y cómo no por las explicaciones de mi madre y mi abuela, pero leer lo que en su día escribió sin intermediario me ha dejado conocer a un hombre lleno de afabilidad, humor, cultura y compasión, y el hecho de que compartiera sus andanzas y sentimientos en este libro me han dado la oportunidad de recordarlo sin haberlo conocido (murió en 1945, a los 55 años; 30 antes de que yo naciera). Lo que sí recuerdo es su casa en el Eixample Barcelonés, llena de muebles, figuras y tapices exóticos fruto de sus viajes.

Después de leer esta reedición del libro busqué una edición original, y la encontré en casa de mis padres, donde siempre había estado, y lo que me emocionó más fue ver las fotografías tomadas por mi propio abuelo, en las que se aprecia el cambio que ha habido en algunos lugares, y la estanqueidad en el que parecen subsistir otros.

Comprenderá, amigo lector, que en mi descripción/opinión de este libro me ha resultado imposible ser objetivo, pero en cualquier caso no resultará para nadie una lectura valdía, al contrario, ni siquiera supone un esfuerzo navegar por sus páginas. La agilidad verbal (incluso en el catalán de entonces) y narrativa hace de este libro una lectura amena y educativa... ya me contarán.

Reseña editorial:

The Largest Ship to Circle the Globe.
Esta fue la frase ideada en el año 1924 por los publicistas de la compañía Red Star para promocionar su producto estrella, un viaje de circunnavegación mundial a bordo de un crucero de lujo, el Belgenland, una experiencia al alcance de muy pocos que, Joan Marín y Balmas, tuvo la fortuna de vivir. También tuvo el acierto de narrar su aventura con un lenguaje fresco y sencillo, no exento de elegancia, que ochenta años después llega a nosotros en esta nueva edición.

Cuando Marín embarcó, en 1927, los felices años veinte se aproximaban a su traumático fin, pero aún tuvo la oportunidad de vivir aquel ambiente con todo su esplendor, integrado en un selecto pasaje de millonarios norteamericanos, entregados a costumbres sofisticadas y cosmopolitas. A parte de las prácticas lúdicas y festivas de a bordo, deliciosamente narradas por Marín, el autor pone especial atención en la descripción de los lugares visitados y las costumbres de sus habitantes, hasta constituir el panorama de un mundo diverso y fascinante. El viaje valía la pena: 30.000 millas náuticas recorridas, 133 días de singladura, 60 ciudades visitadas. De París a Barcelona pasando por Honolulu nos ofrece, en definitiva, la oportunidad de viajar, no sólo a través del espacio, sino del tiempo. En cualquier caso, será una de las pocas ocasiones en que podréis saborear un Million dollar cocktail, cómodamente instalados en la cubierta de una embarcación de lujo, rumbo a Singapur, una calurosa tarde de 1928. 
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