sábado, 31 de marzo de 2012

Una de libros... El Corredor del Laberinto

Aquí estoy de nuevo, amigo lector, con otra historia finiquitada y lista para exponerles: El corredor del laberinto, de James Dashner, y esta es su presentación:


«Bienvenido al bosque. Verás que una vez a la semana, siempre el mismo día y a la misma hora, nos llegan víveres. Una vez al mes, siempre el mismo día y a la misma hora, aparece un nuevo chico, como tú. Siempre un chico. Como ves, este lugar está cercado por muros de piedra… Has de saber que estos muros se abren por la mañana y se cierran por la noche, siempre a la hora exacta. Al otro lado se encuentra el laberinto. De noche, las puertas se cierran… y, si quieres sobrevivir, no debes estar allí para entonces».
Todo sigue un orden… y, sin embargo, al día siguiente suena una alarma. Significa que ha llegado alguien más. Para asombro de todos, es una chica.

Su llegada vendrá acompañada de un mensaje que cambiará las reglas del juego.

¿Y si un día abrieras los ojos y te vieses en un lugar desconocido sin saber nada más que tu nombre?

Cuando Thomas despierta, se encuentra en una especie de ascensor. No recuerda qué edad tiene, quién es ni cómo es su rostro. Sólo su nombre.

De pronto, el ascensor da un zarandeo y se detiene. Las puertas se abren y una multitud de rostros le recibe. «Bienvenido al Claro, -dice uno de los adolescentes-. Aquí es donde vivimos. Esta es nuestra casa. Fuera está el laberinto. Yo soy Alby; él, Newt. Y tú eres el primero desde que mataron a Nick».


Para describirles qué tipo de lectura tienen delante lo más fácil es nombrarles tres títulos; si han leído al menos uno de ellos sabrán lo que pueden esperar en caso de abrir este libro.

Si les digo que los protagonistas de esta historia son adolescentes, que se ven arrojados a un medio hostil y siniestro y que deben crear ellos sus propias normas y jerarquias, ¿A qué título les recuerda? Muy listo, querido lector, "El Señor de las Moscas", de William Golding. Sin recordar su argumento más que a grandes rasgos, al comenzar "El corredor..." enseguida me vi inundado por paralelismos entre ambas lecturas: Las asambleas, el grupo de cazadores, los personajes agresivos y físicos contra los reflexivos y débiles... Pruévenlo, seguro que coinciden conmigo.

La segunda lectura a la que me recordó fue "El juego de Ender" (por favor, amigo lector, si no ha disfrutado de esta obra de Orson Scott Card, lléguese a su biblioteca más cercana y lléveselo. Ya me contará). No soy demasiado aficionado a la ciencia ficción, almenos en la literatura, pero esta obra la he leído unas cuantas veces y sigue fascinándome. De nuevo las víctimas, héroes y antihéroes son jóvenes imberbes sumidos en los miedos, traumas y sueños incitados por una sociedad diatópica alzada en guerra contra los insectores, una "malvada" raza de alienígenas. La llegada del joven Ender a la academia militar, y sobre todo el hallazgo de aliados y enemigos en su evolución, acercan ambas tramas en diferentes ambientes.

El último título que me vino a la mente mientras leía "El corredor..." es "La larga marcha", de Stephen King. En esta historia un centenar de chicos adolescentes participan en una marcha anual llamada "La larga marcha", que viene siendo un deporte nacional. Cada Caminante debe mantener una velocidad de al menos 6'5 kilómetros por hora; si cae por debajo de esa velocidad durante 30 segundos, recibe una advertencia verbal (que puede ser eliminada por caminar una hora sin avisos). Si un Caminante con tres advertencias se detiene nuevamente, se le elimina... literalmente. Solo hay un ganador, el último que queda en pie, y el premio es cualquier cosa que él desee durante el resto de su vida. Puesto que el planteamiento es sencillo y la acción no llega a ser trepidante, el punto fuerte de la historia radica en el contrapunto entre la fuerza y debilidad de los personajes conforme avanza la trama. De nuevo el joven protagonista se rodea de amigos y enemigos, pero todos ellos rivales, y el hecho de tener que caminar sin descanso recuerda sin duda a los corredores del laberinto.

El entorno en el que se desarrolla la historia, principalmente "el claro", ya sea por lo diáfano o por la habilidad del autor, es una fotografía en nuestra mente. Sin embargo con los protagonistas no se incide demasiado en su aspecto físico, centrándose más en su psique.  Mención aparte debo hacer a los Laceradores, los "terroríficos" monstruos del laberinto. Puesto que suponen el mayor peligro para los protagonistas, el autor debería haberse esmerado algo más en hacerlos realmente horripilantes. Tal vez otorgarles algo más de inteligencia, agilidad, mala leche... o dientes. Algo más hay que reprocharle a esta historia (por no mostrarme demasiado conformista) es un final algo precipitado, aunque sorprendente y sobretodo abierto a la siguiente entrega (de nuevo estamos ante una trilogía) que su amigo el Ignorante esperará con impaciencia, de hecho ya me está esperando el siguiente título, llamado "Las Pruebas".

No recuerdo cómo llegó este título a mi abarrotada eBiblioteca, pero ha supuesto un gran descubrimiento que promete más horas de diversión con los siguientes títulos. Si busca una lectura amena, sencilla y ágil, y sobretodo si le van este tipo de historias, no dude en hacerse con "El corredor en el laberinto", y por supuesto con los otros títulos que aparecen en estas líneas. ¡Que los disfrute!

jueves, 22 de marzo de 2012

Una de libros... El Pasaje

Creo que en alguna ocasión ya le he confesado, querido lector, mi pasión por los libros. Pero el principal inconveniente, dejémoslo en dos inconvenientes, de esta afición son:
a) La matanza de árboles que supone la edición de un best-seller cualquiera... y
b) La falta de espacio que va generando el afan por guardar esos ladrillos de papel que tan buenos ratos nos hacen pasar. Llega un momento en que se acaban las estanterías y los cajones, y pronto van apareciendo libros bajo la cama, sobre la mesa, con los champús, en la nevera o en el buzón. No exagero, amigo lector, usted ya me conoce. Llega un momento en que uno ha de plantarse y decir BASTA.
Es por eso que hace tiempo me decidí a regalarle a la señora de Ignorante un flamante eBook, y debo decir que fue una gran idea y mejor inversión. Desde entonces he leído decenas de libros, colecciones completas acarreadas de un lugar a otro en tan solo unos gramos de peso. Podría aquí hablarle de la escasa oferta de las editoriales con respecto a este formato, o del precio abusivo teniendo en cuenta el ahorro en impresión y distribución, pero creo que no es el momento ni el lugar... o tal vez sea por pura pereza.
Lo que sí me gustaría es compartir con usted ideas y opiniones sobre las últimas historias que he vivido con la nariz pegada a la pantalla del lector; sin ningún interés didáctico, ni siquiera como recomendación, sino para aportarle una opinión sincera desde el punto de vista de un ávido e Ignorante lector.
Déjeme explicarle, antes que nada, cuales son mis preferencias literarias. Porque, al igual que con el cine, me va la literatura palomitera, las historias de héroes, de violencia, de Terror (zombi va, zombi viene), y sobretodo la novela histórica; relatos plagados de reyes, condes, piratas, humildes pero valerosos protagonistas y sus despiadados adversarios... para que se hagan una idea de lo que les hablo, vaya como ejemplo una breve lista de autores y títulos que me han acompañado estos últimos meses:
Douglas Preston y Lincoln Child (me leería hasta su lista de la compra)
Te daré la Tierra y Mar de Fuego, de Chufo Llorens (Tiembla Ken Follett)
Prométeme que serás libre, de Jorge Molist
Trilogía Los Caminantes, de Carlos Sisi (mmmm... cerebroooos)
Trilogía Apocalipsis Z, de Manel Loureiro (mmmm... tripaaaas)
El viejo y el mar, de Hemingway (releido una y otra y otra vez)
Todo oscuro sin estrellas / La cúpula, de Stephen King (Ya no es lo que era, amigo)
Tao te Ching, de Lao Tse (porque hay que cultivar el espíritu...)
La biblioteca de los muertos, de Glenn Cooper

... y un laaaargo etcétera

Ya puesto sobre aviso de estos variados gustos literarios, déjeme presentarle el último libro que me ha robado unas cuantas horas... EL Pasaje, de Justin Cronin. Así se nos presenta esta historia:

Una epidemia irrefrenable, desatada por un desastroso experimento militar, inunda el planeta. Los infectados por el virus ya no son seres humanos, sino eficaces e invulnerables máquinas de matar. Sólo una niña, una huérfana llamada Amy, parece compartir con los infectados muchos de sus poderes, pero no su sed de sangre. Cuando el mundo tal y como lo conocemos llega a su fin, es Amy la única que cruzará el pasaje entre un planeta moribundo y un planeta nuevo, donde tribus dispersas de humanos sobreviven como pueden en un mundo hostil que ya no les pertenece. Escrita por un autor multipremiado, El pasaje es la primera parte de una fantástica trilogía que se ha convertido, incluso desde antes de su aparición, en la novela más comentada de los últimos tiempos, al mismo tiempo una formidable aventura llena de acción y suspense y una épica de la resistencia humana frente a a la peor de las catástrofes.


Trataré de no dar más información acerca del argumento. Tan solo diré que nada es lo que parece, y una historia que empieza hoy no tiene por qué acabar mañana, o la semana que viene, o dentro de un año. Para que se haga una idea clara de lo que le hablo, le diré que el libro tiene unas 800 páginas. Las 200 primeras plantean la historia de manera lenta, excesivamente incisiva en la historia de los personajes. A menudo me sorprendía preguntándome "¿Va a pasar algo?". Sí que pasa, pero se hace esperar. Un increíble giro de la historia nos lleva a las siguientes 200 páginas. Este cambio en la historia nos deja algo desubicados, y de nuevo nos vuelve a torpedear con nombres, familias e historia. En este punto me planteé dejar la lectura, viendo las más de 400 páginas que faltaban. Debo confesar que aunque no abandoné la historia sí que leí algunas páginas en diagonal, y realmente no perdí nada de información o acciones importantes del drama. Pasado el trance nos plantamos en el ecuador de la narración, y es cuando empezamos a intuir que algo grande se está cociendo en la historia. Subtramas que se van acercando, mucha más acción y peligro... ¡Esto empieza a gustarme!
En el tramo final del libro (pongamos las últimas 250 páginas) se suceden la acción trepidante y el desarrollo más comprensible de los personajes (a buenas horas), con algunos momentos de "Déjate de chorradas y vamos al lío". En cuanto al final... después de pasar por periodos de crisis de lectura, aburrimiento y adicción total a la historia por momentos, creo que el lector se merece alguna explicación mejor, o al menos algo que le empuje a esperar la siguiente entrega. Según la Wikipedia (ya saben... la información veraz...) Ridley Scott tiene previsto llevar la historia a la gran pantalla...

Resumiendo... ¿Hay bichos? Sí, ¿Hay sorpresas? Sí, ¿Hay acción? Sí... ¿Sobran páginas? ¡ay, amigo! yo diría que la misma historia se podría haber explicado en la mitad de extensión, ganando en ritmo y sentido, ya sabe aquello de "menos es más". Como le he dicho antes, soy incapaz de recomendar este libro... es una responsabilidad demasiado grande pensar que alguien podría emplear tantas horas de lectura en algo que tal vez le hará serntirse decepcionado. Ups, creo que con esto está claro que no se lo recomiendo... Lo siento, no era mi intención, pero recuerde que solo es mi criterio, y que a lo mejor (seguramente) estaré equivocado.

miércoles, 14 de marzo de 2012

De mayor quiero ser Murphy...

Sí, amigo lector, he decidido que cuando llegue (si llego) a los 65 años quiero tener la fuerza y la mentalidad de este hombre, Elliott Murphy (con dos "T", por favor). Hace tiempo publiqué algo sobre mi primer encuentro con este cantautor (si le pica la curiosidad puede leer algo aquí). Solamente les diré que no defraudó a nadie; más de dos horas de música sin respiro, un Olivier Durand magnífico con sus pentatónicas, sus notas pedal, sus tríadas y sus viajes diapasón arriba-diapasón abajo y, ¡Oh! sorpresa, acompañados por un bajista y un batería (normalmente aparecen Olivier y Elliott solos en el escenario). Entre bromas y comentarios fueron presentando temas del último disco llamado "Elliott Murphy". Destacar "Rain rain rain", "Rock ‘n Roll ‘n Rock ‘n Roll" y un espectacular "Take That Devil Out Of Me", donde Durand interpretó un solo que hizo saltar más de una lágrima; literalmente... bueno, a mí es que se me metió algo en el ojo. Todo esto haciendo participar al público en todo momento, involucrando a la gente y alargando los temas una y otra vez.
Mención especial a una divertidísima versión que suele hacer en los directos del tema "Last of the Rock Stars", con sus geniales movimientos caderiles.

Para finalizar, y como es habitual, se "desenchufaron" y frente al público interpretaron "Rocking in a free world", "Rock Ballad", "Green River" entre otras. No deja de ser sorprendente que en sus conciertos haya gente de todas las edades (aunque los más "Hooligans" son verdaderamente jóvenes...)
Ya espero que vuelva por aquí para verle de nuevo. Por cierto, ¿Saben cuáles son las dos palabras preferidas de Murphy?... Don't Stop!

domingo, 4 de marzo de 2012

A tortas con el Blues

Una de mis aficiones de las que nunca les he hablado es la música. A pesar de  apreciar muchos estilos e intérpretes (como habrán podido comprobar si son seguidores del Tema del día), me quedo con los años 70, y si me apuran más, con el Blues.

Durante unos años me tomé mi afición por la guitarra algo más en serio y recibí clases de André Tonelli, esperando repetir, y aunque durante meses la guitarra me ha mirado triste desde un rincón reprochándome el olvido, vuelvo a acariciarla en los pocos momentos que me permiten mis nuevas actividades.

De hecho deberían saber que durante mucho tiempo fui infiel a este Blog, al menos a la hora de repartir mi tiempo e inspiración. El Alter Ego del Ignorante se desenvolvía con soltura escribiendo en Doce Compases, dedicado al mundo del Blues y la flora y fauna que lo rodea. Pero este desdoblamiento de identidad me estaba llevando por un extraño sendero de apatía que me hizo perder el interés por uno y por otro, así que voy a unirlos mediante esta serie de entradas englobadas bajo el título A Tortas con el Blues.

En ellas pretendo hacerles partícipes de mis éxitos (escasos) y mis fracasos (numerosos) en el hermoso mundo de los doce compases. Quiero pensar que tal vez sirva a alguien con la misma afición a la hora de recomendar libros, ejercicios o artistas. Y si por casualidad hay algún guitarrista frustado... sepa que no está solo.

viernes, 2 de marzo de 2012

El Ignorante... 3.0

Sí, añorado lector, el Ignorante ha vuelto... más ignorante y con menos inspiración y tiempo que nunca, pero le echaba de menos, de manera que le he hecho un buen lavado de cara al Blog (espero que le guste) y me he preguntado: ¿Qué puedo aportar de nuevo? No vale con cambiar la imagen, hay que renovar el contenido, así que la primera novedad será hacerles partícipes de las nuevas aficiones y estilo de vida de este humilde personajillo.


Podría pasarme horas escribiendo sobre todo lo que he descubierto en este tiempo de silencio blogueril, pero con su permiso, prefiero hacerlo de manera pausada y reflexiva, con las palabras adecuadas y las imágenes más inspiradoras. Porque créanme, hay mucho de qué hablar...


Nuevas aficiones y aficiones recuperadas, retos, descubrimientos... Ha sido un año lleno de cambios (todos para bien) que ha culminado en el deseo de reunirme de nuevo con ustedes, para explicarles mis historias y agradecerles su compañía.


Así que, esta vez sí, me alegro de volver a estar aquí.


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