¿Se imagina, querido lector, que pudiésemos deshacer cualquier acción pasada? Igual que con los programas con los que trabajamos cada día, que con un par de teclas anulásemos nuestro último acto. ¡Dios! Un mundo de segundas oprtunidades...
Ctrl + Z es el arrepentimiento, una gran cagada, un beso desviado en el último segundo, una palabra de más. Ctrl + Z es perder el miedo a meter la pata, la despreocupación, la espontaneidad.
Deshacer lo hecho para volver a empezar, destruir lo creado para abrir nuevos caminos. Una puerta que se abre.
¿Qué hay más difícil en esta vida que tomar decisiones?