Así es, informado lector, alguien vela por la felicidad sexual de nuestros hijos. Lejos de criticar tan polémica campaña, hay que felicitar a los que debieron ser los más listos de su clase. Mi humilde y seguramente equivocada opinión (siempre fui un estudiante mediocre) es que todo viene por la crisis: los padres temen por sus puestos de trabajo, mientras sus hijos se gastan el dinero en botellones, drogas y videojuegos... y ¿qué mejor manera que contribuir a paliar la crisis que enseñando a estos individuos pre-púberes a disfrutar sin gastar un euro?
Tal vez a estos cerebritos les hubiera venido bien recibir esta formación, puede que ahora tendrían una cara algo menos... tensa. Tal vez piense usted que les estoy criticando, o que estoy en contra de esta campaña; al contrario, yo propondría que se convirtiese en una asignatura obligatoria. Señor maestro, déjese de catetos, hipotenusas, revoluciones industriales y ecuaciones de dos incógnitas, y vayamos al lio.
Recuerdo cuando el Hermano Carmelo nos explicó (a mí y a otros 30 chavales cargados de acné y hormonas alborotadas) el gran pecado de Onán. No llegó a decirnos aquello de quedarse ciego o con pelo en las manos, aunque se quedó cerca. Ahora no solo no es pecado sino que te animan a hacerlo... ¡Yo he nacido 20 años pronto!
Imagínese a la niña desesperada aporreando la puerta del servicio de su casa:
-¡Pedrito, sal ahora mismo! ¡Llevas una hora ahí dentro! ¿Se puede saber qué haces?
Pedrito, con esfuerzo y concentración contestaría: ¡Los deberes!
Por otra parte, no se asombre si en la puerta de la habitación de su hijo aparece el cartelito de "No molestar".
Párense a pensar menudo verano pasarán los chavales que tengan que recuperar la asignatura en Septiembre; ni playa, ni piscina, ni bicicletas ni partidillos de fútbol... ¡Todo el dia encerrados dándole al repaso!

Propongo también que para que esta innovación no sea tan abrupta y repentina, se le puede poner el nombre de otra asignatura más familiar; algo así como Trabajos manuales...
Bromas aparte, hay cosas que tienen cierto encanto descubrir por uno mismo cuando se empieza a sentir curiosidad. Nunca es suficiente el esfuerzo por informar y prevenir embarazos y enfermedades, pero no forcemos la máquina, que no está el horrno para bollos. Esto de la máquina me recuerda un frase que dijo Juan Pablo II: "Masturbarse es como tener un Ferrari y llevarlo siempre en primera". Algunos llevamos un Seat Panda con la cabeza bien alta. Solo espero que esta campaña no sirva para separar aún más Iglesia-Estado, digan aquello de "Quítame allá esas pajas", y a otra cosa...