Seguimos con los clásicos, esta vez de la(s) mano(s) de frédéric Chopin (Polonia. 1810-1849), con el Nocturno nº2. Considerado uno de los mejores pianistas de la historia y comparado con Bach, Mozart o Beethoven, y el máximo exponente del romanticismo más puro. Como todos estos clásicos la precocidad marcó su infancia, tocando con maestría a los 8 años y dando poco después su primer concierto en público, comenzando así a labrarse una gran reputación entre la aristocracia de la ciudad. Desgraciadamente su niñez también estuvo marcada por la delicada salud que le acompañaría durante su vida.